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EL REINO MARINO DE POSEIDÓN
Según la mitología griega

Caballero 13 (España)

SUMARIO

- Mitología de Poseidón
- La isla de Paxos
- El palacio submarino
- El cabo Sounion

Mitología de Poseidón

Poseidón es el dios de los océanos y por ello su reino abarca una gran extensión, tal y como se ha visto en Saint Seiya. Todos los mares, ríos y lagos pertenecen a los dominios de Poseidón, convirtiendo a este dios en el que de más espacio del planeta disfruta. Aún así, no le es suficiente, pues Poseidón siempre anheló poseer Atenas y convertirla en su capital. Tras perder la ciudad por parte de la diosa Atenea, Poseidón tuvo que conformarse con sus océanos y establecer su reino allí.

Poseidón es uno de los dioses más poderosos y temidos de la mitología griega: no había más remedio que adorarle para asegurar agua para los campos y para la navegación marítima. El enfurecimiento del dios daba lugar a sequías, inundaciones o maremotos que provocaban la desgracia de los humanos. Para los griegos, gente de mar, era mejor tener una buena relación con el señor de las aguas. Los marineros lo veneraban y le imploraban para tener una buena travesía. Así los sacrificios y oraciones que le dirigían eran frecuentes y generosos, tanto en los santuarios costeros como en medio de los temporales. Su poder se extendía no sólo sobre el mar, sino también sobre las aguas dulces y las ninfas.

Se le considera también dios de los caballos, tal vez debido a su disputa con Atenea por el Ática o porque tomó figura de caballo para perseguir a Deméter o porque de su unión con Medusa nació Pegaso, el caballo alado. Consiguientemente, en las fiestas y ritos en su honor se le sacrificaban caballos.

Poseidón nunca fue un dios querido y logró ser uno de los más temidos por su carácter irascible y borrascoso, tal vez debido a los Talquinos, genios malignos de Rodas, hijos del Mar y de la Tierra, que lo criaron.

Entre sus actividades destaca la construcción de la muralla de Troya, junto a Apolo y Éaco, pero Laomedonte se negó a pagarles el salario ajustado, entonces Poseidón invocó a una serpiente marina que asoló la Troade. En este episodio se basa su rencor hacia los troyanos y su apoyo a los aqueos en el asedio de la ciudad.

Vida y amores

En cuestión de amores Poseidón era tan caprichoso como su hermano Zeus y sus amantes, líos e hijos innumerables. Porque si Zeus cometió muchas infidelidades, su hermano aún lo superó. Pocos dioses tuvieron tantas amantes como Poseidón y una progenie tan extensa con inmortales e incluso con monstruos como Medusa. No obstante, su esposa oficial fue una nereida, Anfitrite, con la que tuvo un hijo, Tritón, mitad-humano y mitad-pez. Considerando que su esposa debería sentirse a gusto en los espaciosos palacios submarinos, cortejó primero a la nereida Tetis. Pero desechó la idea cuando la diosa Temis profetizó que cualquier hijo nacido de ella llegaría a ser aún más poderoso que su padre y le permitió casarse con un mortal llamado Peleo, del que tendría al famoso Aquiles.

Cuenta la leyenda que Poseidón se enamoró de la nereida Anfitrite. Esta, al principio lo rehusó y huyó pero Poseidón envió a unos delfines para convencerla. Uno de ellos lo logró y trajo de vuelta a su futura esposa. Poseidón recompensó al delfín colocando su imagen entre las estrellas a modo de constelación: la constelación del Delfín.

Loco de alegría, desgarró con su tridente la punta meridional de la isla de Corfú, en el mar Egeo, separando un pequeño trozo de tierra al que llamó Paxos.

Anfitrite le dio tres hijos: Tritón, el más conocido, Rode y Bentesicime; pero fue, como Hera, engañada en repetidas ocasiones. Sin embargo jamás se vengó.

Tan sólo cuando Poseidón se enamoró de Escila, consiguió convertirla, mediante un filtro mágico que le proporcionó Circe, en un monstruo de seis cabezas y doce pies, cuya parte inferior estaba rodeada de seis perros rabiosos que devoraban todo lo que se ponía a su alcance.

Famosas son también las relaciones amoroso-violentas de Poseidón con su hermana Deméter, y las mantenidas con Medusa, una de las Gorgonas, con la que engendró toda clase de criaturas nefastas; como los Cércopes, las Aloades o el cíclope Polifemo, que murió a manos del héroe Odiseo, Chrysaor y Pegaso, el caballo alado. También son hijos suyos el gigante Antaios, Lamos, el gigante antropófago, el bandido Kerkión, el asesino Skirón y Orión, el cazador maldito.
Poseidón no engendró, en general, sino monstruos y bandidos. De todos sus hijos, el héroe más digno de tal nombre fue Teseo, nacido de la violación de Aethra.

La isla de Paxos

Según la mitología griega, en el mar Egeo, debajo de Paxos se encuentra el palacio que Poseidón mandó construir para su amada Anfitrite. Como ya se ha dicho, cuando Poseidón intentó cortejarla, Anfitrite huyó espantada de lo feo que era. Poseidón envió a unos delfines para que la convencieran y la trajeran de vuelta, tarea que los simpáticos cetáceos cumplieron con éxito. Ante la idea de su inminente matrimonio, Poseidón, loco de contento, desgarró con su tridente la punta meridional de Corfú dando lugar a la isla de Paxos, futuro emplazamiento de su palacio.

Aún hoy el escudo de Paxos consiste en el tridente de Poseidón flanqueado por dos delfines, y aún hoy es fácil ver a estos animales saltando y haciendo cabriolas cuando se coge uno de los barcos que recorre el trayecto entre Corfú y Gáios, la capital de Paxos.

Gáios es un coqueto pueblecito costero que bien merece una visita, ya que está lleno de edificios venecianos del siglo XIX y de estampas muy fotogénicas. Además Gáios es el lugar ideal donde alquilar el elemento indispensable para continuar el viaje: una barca, ya que aunque Paxos tiene pequeñas aldeas y olivares en el interior, lo más atractivo para el visitante son sus costas. Aprender a usar el motor de la barca forma parte de la diversión para los marineros de agua dulce, dado que el tamaño de la isla (unos 10 km de largo) permite recorrer las distancias rápidamente.

Y así, recorriendo las accidentadas costas y los acantilados de Paxos con toda libertad, se puede decidir cuándo echar el ancla para visitar los verdaderos encantos de la isla, por ejemplo las pequeñas calas de arena blanca, absolutamente inaccesibles desde tierra firme. Más impresionantes aún son las famosas Cuevas Azules, que salpican toda la costa occidental, ya que sin duda inspiraron el mito del palacio de Poseidón y Anfitrite. Las cuevas se sitúan en zonas rocosas y poco profundas que impresionarán a cualquier aficionado al submarinismo, con botella o en apnea. No es necesario decir que unas gafas de bucear son absolutamente imprescindibles para esta excursión. Entrar en las Cuevas Azules es una experiencia inolvidable. Muchas son bastante profundas y nadando un poco por su interior se deja de ver la luz del sol produciéndose un efecto espectacular: la luz, de alguna manera, se filtra por el agua y así, aunque el interior de la cueva parece oscuro, el agua del mar resplandece débilmente inundando la estancia de luz turquesa. Algo sólo digno de un palacio mítico, digno del mismísimo dios del mar.

El palacio submarino

Según cuenta la mitología, al igual que sus semejantes, Poseidón construyó su propio palacio en el fondo del mar.

Hay poca información al respecto, solamente que estaba en el mar Egeo, los pocos relatos que se encuentran nos hablan de un palacio enorme, imponente e indestructible; construido a base de oro, piedras preciosas, corales y demás flora marina como caracolas, madreperlas y estrellas de mar.

En sus espaciosas cuadras guardaba una manada de animales fabulosos, mitad caballos mitad dragones marinos, del color de las algas y la espuma, y un rutilante carro de oro, con los que recorría sus vastos dominios y atravesaba impetuoso las olas que se levantaban o apaciguaban a su voz o cuando las golpeaba con el tridente, su arma favorita, regalo de los cíclopes para controlar los mares, con el que también hacía brotar fuentes y manantiales, llenaba pozos y lagos, o provocaba terremotos. En otras ocasiones sin embargo eran delfines, caballitos de mar o monstruos marinos los que tiraban del carro del dios.

Su trono era de mármol pulido, ornamentado con corales, madreperla y oro. Los brazos estaban esculpidos con forma de cabezas de delfines.

El Cabo Sounion

El santuario de Cabo Sounion es uno de los santuarios más importantes de Ática, región al sur de Grecia.

Demás está decir que en toda Grecia hay más de un templo consagrado al poderoso dios del mar. Sin embargo, el templo ubicado en el cabo Sounion es sin dudas uno de los más impresionantes que pueden encontrarse. Construido en lo alto de un acantilado que se interna en el mar Egeo, este magnífico sitio carga sobre sus ruinas –muy bien conservadas– con años de historia y leyenda, que cobran vida renovada, enmarcadas en el impactante escenario natural que las rodea.

>Historia:
Los hallazgos confirman que el sitio fue habitado ya en el período prehistórico pero no hay evidencia de práctica religiosa en una fecha tan temprana.

"Sounion Hiron" (santuario de Sounion) se menciona por primera vez en la Odisea, como el lugar donde Menelao se detiene durante su vuelta de Troya para enterrar a Phrontes Onetorides. Los hallazgos del siglo VII a.C. son numerosos confirmando la existencia del culto organizado en dos puntos del promontorio: en el borde meridional de temenos de Poseidón y cerca, al NE de él, donde se fundó el santuario de Atenea.

Se han encontrado ofrendas votivas que se pueden datar en el s. VI a.C. pero el estilo arquitectónico de ambos santuarios se data a principios del siglo V a.C., cuando los atenienses iniciaron la construcción de un templo imponente en el temenos de Poseidón. El templo nunca fue terminado, el templo y las ofrendas fueron destruidos por los persas en 480 a.C.

Terminadas las guerras médicas, Sounion, como el resto de Ática, entró en un periodo de esplendor. A finales del s. V a.C., durante la guerra de Peloponeso, los atenienses fortificaron cabo de Sounion. A partir del s. I a.C., los santuarios declinaron gradualmente y Pausanias, que navegó a lo largo de la costa del promontorio identificó, de forma incorrecta, el templo con el culto de Atenea.

El templo fue visitado por numerosos turistas antiguos y descrito por viajeros modernos, que visitaron Sounion antes del comienzo de las excavaciones, algunos de los cuales realizaron grabados en sus piedras entre las cuales destaca la que realizó por Lord Byron.

>El Santuario de Poseidón:
Se sitúa en la parte sur, la más alta del promontorio. Durante su construcción, el área fue igualada y asegurada por medio de muros de contención en los lados del norte y del oeste.

De forma parecida a la Acrópolis de Atenas, un “propileo” (edificio que sirve de puerta de entrada al santuario) fue construido a lo largo del lado del norte, los pórticos norte y este se realizó para la comodidad de los peregrinos. Ya en el interior, el templo clásico dominó el promontorio.

El propileo fue construido poco después que el templo clásico, de mármol de Paros. Es de estilo dórico diástilo en ambos lados (norte y del sur). Con una pared de partición en el interior del edificio, tiene tres entradas, una de las cuales es más ancha y tiene una rampa.

>El Templo de Poseidón:
Las ruinas del templo de Poseidón, construido en el siglo V a. C. sobre las ruinas de un templo construido en el periodo arcaico, están encaramadas sobre el mar a una altura de casi 60 metros. Al final del periodo arcaico se construyó un templo imponente que ocupaba la misma posición que el templo actual, pero era nunca fué terminado.

Era de estilo dórico, hecho de mármol de Paros, con una columnata externa de 6 x 13 columnas. Su construcción fue interrumpida por la invasión persa.

El templo actual también es dórico, con 6 x 13 columnas, hechas del mármol extraído de la cercana Agrileza, pero sin una columnata interna. El estilóbato (su base) medía 13,47 x 31,12 m. Las columnas del templo tienen 6,10 m de altura, con un diámetro de 1 metro en la base y 79 centímetros en lo alto. Sus estrías, menos de lo habitual, (16 en lugar de 20), eran para resistir la acción erosiva del aire del mar.

Se construyó entre el 450-440 a.C. y, según otra teoría, fue realizado por el arquitecto que había construido el Hephaisteion ("Theseion") en el Ágora antigua de Atenas, el templo de Nemesis en Rhamnous, y el templo de Ares en Acharnes.

La decoración escultórica del templo, hecha del mármol de Paros, está muy mal conservada. El friso del lado oeste reproducía una centauromaquia y el lado este (de cuál solamente se conserva una figura femenina sentada) representaba, probablemente, la lucha entre Poseidón y Atenea por el dominio del Ática. Las dos columnatas del lado este y varias columnas del este del templo se conservan hoy en día, mientras que la zona oeste fue destruida totalmente.

Las magníficas vistas que pueden obtenerse desde la cima de la colina hacen de este lugar un paseo típico de los habitantes de Atenas. Esto le da el valor agregado de ser un sitio en el que podemos entrar en contacto con la cultura actual de los atenienses, además de remontarnos a un lejano pasado, en el que la fuerza de los hombres levantaba majestuosos monumentos para honrar a los dioses.

>La Fortaleza:
Cabo Sounion fue fortificado en el 412 a.C. durante la guerra de Peloponeso, para controlar y asegurar las naves que llevaban alimento, esencialmente cereales, a Atenas. Entre sus muros quedó atrapado el templo de Poseidón, en el extremo sureste; a pesar de ello, sufrió numerosos daños, y muchas de las ofrendas fueron destruidas. Se aprecia el uso de varios materiales y técnicas en la construcción es probablemente el resultado de las reparaciones realizadas durante la guerra y los años siguientes (266-229 a.C.).

El Santuario de Poseidón ocupa el extremo del SE de la fortaleza. La pared comienza en la esquina del NE, se extiende al norte y da vuelta hacia el oeste.

Los astilleros donde pueden fondear dos naves de guerra fueron construidos en la costa, en el extremo del oeste. Dentro de la fortaleza, las excavaciones han permitido encontrar una calle central, restos de casas, y cisternas de agua.

A continuación, unos dibujos conceptuales de cómo fue la fortaleza de Cabo Sounion.