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La última Guerra Santa

Hace 243 años (229 años atrás del inicio de la epopeya de Saint Seiya con la conspiración del caballero dorado Saga de Géminis en el Santuario), tuvo lugar el enfrentamiento entre dos divinidades: Atenea diosa de la Sabiduría y protectora de la Tierra y Hades, dios del Reino de los Muertos. En esta Guerra Santa, Atenea resultó victoriosa y atrapó las almas de los 108 espectros de Hades. Sin embargo, el cuerpo original de Hades no fue destruido. Además, esta batalla resultó mortal: sólo dos de todos los Santos de Atenea que pelearon en ella sobrevivieron: Dohko, santo de oro de Libra y Shion, santo de oro de Aries. Atenea les encomendó a cada uno una tarea específica:

- Shion sería el nuevo Patriarca del Santuario de Atenea en Grecia y tendría la misión de reconstruir y proteger el Santuario, además de preparar el escenario para la próxima Guerra Santa.

- Dohko se encargaría de vigilar el lugar donde fueron selladas las almas de los espectros. Para esto, se establece en los Cinco Picos de China, aproximadamente 1000 km al este, del lugar donde están encerradas las almas de los espectros. La prisión de los 108 masei es una gran torre situada en una zona inexplorada de Oriente.

En el principio del capítulo de Hades: ¡las 108 estrellas maléficas se liberan del sello de Athena, la guerra contra el dios de los muertos va a comenzar!.

Templo de Bayon

Esta torre aparece por primera vez en el Tomo 19 del manga clásico y en la O.A.V. Hades Sanctuary 1, se presupone que está situada en el territorio chino, a unas mil millas al oeste de los cinco picos de Rozan (Lushan), en China, no se sabe nada sobre su fecha de creación.

El lugar más conocido en este lugar son las montañas de Wudang (Wu Tang Shan), a 1.060,80 kilómetros al oeste de Rozan. Se trata de un lugar sagrado del taoísmo (de hecho, es el lugar de nacimiento del taoísmo) y las artes marciales relacionadas con esta religión / filosofía, conjuntamente denominadas Wudang Quan, entre ellas el Tai Chi Chuan (Taiji Quan). Otro punto a destacar son sus edificaciones seculares, derrocadas en 1994 por la UNESCO. Por supuesto, la elección del lugar y su importancia cultural se relacionan con la Torre de los espectros de Dohko de Libra.

Habida cuenta de sus contornos irregulares, diseñados por ladrillos, podemos suponer que esta torre no era única en un principio y que fue parte de un todo más grande, ya sea de una fachada o un muro, que se derrumbaron más tarde. El diseño de esta torre donde las almas de los espectros están encerradas hace eco de un monumento arquitectónico real, es una referencia al templo Bayon. Este templo se encuentra en Camboya, en Angkor Thom, la capital del pueblo Jemer (o Khmer),. Fue construido a principios del siglo XIII por el rey Jayavarman VII, que hizo construir este impresionante complejo por el año 1200.

                 
 
                     
               
             
                   

Atenea colocó un sello a esta torre para mantener a los espectros encerrados pero, con el paso del tiempo este sello pierde gradualmente su poder y los 108 espectros de Hades, guerreros escogidos desde tiempos mitológicos para protegerlo inspirados en criaturas, bestias o demonios de la mitología griega y de otras del mundo, tras un aprisionamiento durante 200 años consiguen liberarse para acompañar a su dios en una nueva guerra santa.

La torre tiene un aspecto tétrico y es de una gran altura, parece estar en un lugar maldito y aislado del resto del mundo, un lugar cubierto por una espesa y permanente niebla. Esta torre la conoce muy bien el viejo maestro, Dohko, y ha estado esperando más de doscientos años sentado en las montañas de los 5 picos de Rozan vigilándola para avisar del gran peligro que se cierne sobre el Santuario y el mundo entero.

Tierra sellada
Este lugar es la región donde se encuentra la torre en la que Atenea encarceló a los espectros del Hades. Dohko la vigiló durante 243 años, según el Taizen esta zona se encuentra aproximadamente a una distancia de 1000 kilometros al oeste de Rozan.

En el manga Saint Seiya ~ The Lost Canvas, nos enteramos de que Atenea selló al emperador de la oscuridad durante la guerra anterior del siglo XVI. Durante la guerra santa del siglo XVIII, el Patriarca Sage y Sasha unen sus poderes para crear una distorsión espacial que superpone el altar de Atenea en la Tierra sellada con el fin de intentar encarcelar de nuevo a Hades, que ha venido al asalto del Santuario. Sin embargo, su plan falla y el Hades regresa a su guarida.

En el manga original, en el siglo XX, Hades y su ejército están bien encerrados, lo que significa que la guerra del siglo XVIII terminará al menos en ese lugar. Dado que Hades es finalmente asesinado por Atenea y sus Saints, este lugar no se ve derramado.

LA TORRE DE LOS ESPECTROS y LOS MONUMENTOS CAMBOYANOS
Se trata del famoso templo de Bayón Angkor en Camboya.

Y esa torre existe en realidad, la torre de los espectros está inspirada en la más alta de las torres del Templo de Bayon de Angkor-Thom, capital de Camboya en esa época. De esta manera, el viejo maestro la vigila desde Rozan (China), un lugar relativamente cerca de Camboya. La imagen que se ve en el manga de Hades es más explícita puesto que es una representación casi exacta de ella.

El templo de Bayon (españolizado Bayón) en la antigua ciudad de Angkor Thom (fue en su día una gigantesca ciudad, una de las más grandes del mundo en el siglo XII), que se encuentra en la región de Angkor (Camboya), en las cercanías de la ciudad camboyana de Siem Reap, es un complejo de culto, un monumento único en el mundo, no solamente por representar un período de transición entre el Hinduismo y el Budismo en ese país, ni por los ricos bajorrelieves que ilustran escenas de la mitología y la vida diaria de la civilización .. posee 54 torres con más de 200 caras sonrientes de Buda mirando hacia los cuatro puntos cardinales, una de las imágenes más amables de Camboya. Ninguna de las caras tiene la misma expresión. Es un lugar que evoca un pasado muy glorioso, sobre todo por la calidad de sus tallas.

El complejo de Angkor, incluido Angkor Thom, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992.

La torre mide 45 metros de altura y el templo tiene una extension de 12 kms, fue construido en el siglo XII por el rey Jayavarman VII. Está en la antigua ciudad real Angkor-Thom, que tiene una extension de 400 kms2 y cuyo origen se situa en el reinado de Jayavarman II (810-850 d.C.). El explendor de Angkor duró hasta el año 1.225, cuando fue conquistada y arrasada por los Chams. Desde entonces estuvo escondida durante siglos en medio de la selva, hasta que en el año 1.860 fue descubierta por misioneros franceses.

Angkor proviene del sanskrito "nagara" y significa "villa real", función que ocupó durante el siglo X hasta 1431. S ervia de sala de asamblea de los dioses.

El templo Bayon y Angkor Thom pertenecen a una agrupación descomunal de templos antiguos llamada Angkor, la capital de un imperio extingido hace siglos que fué redescubrierta en el siglo XIX por exploradores europeos.

--EL COMPLEJO DE TEMPLOS DE ANGKOR--

Durante la Edad Media, en el antiguo reino de Kampuchea surgió una esplendorosa civilización sustentada en la relación entre lo sagrado y lo profano. Era la civilización Khmer (Jemer), que surgió en la cuenca entre los ríos Menam y Mekong, en Kampuchea (Camboya) a comienzos de nuestra era. A partir del siglo VII y hasta el siglo XV ésta constituyó una formidable civilización, cuyo centro, su capital, era la ciudad de Angkor.

Angkor fue el núcleo de una civilización enormemente grande de los khmeres, de quienes descienden los habitantes de la actual Camboya. Desde fines del siglo VIII, el pueblo que levantó Angkor gobernó un imperio que incluía gran parte del Sudeste Asiático continental. Evitando la madera y la paja perecederas con las que construían moradas humanas, los khmeres erigieron templos duraderos con piedras; las inscripciones que tallaron en ellos proclamaban los lazos entre los dioses y sus propios mandatarios terrenales.

Orígenes

Pero los dioses adorados por el pueblo Khmer estaban lejos de Camboya. Los monumentos escalonados y con fosos (montañas templos) de la capital representan el Monte Meru, el hogar tradicional de los dioses de la India. Los reyes-dioses de Angkor aceptaron la influencia hindú, incorporando las nuevas costumbres y mezclándolas con las prácticas y tradiciones locales.

Así como el hipotético y legendario hogar de los dioses hindúes en el monte Meru se creía situado al norte del Himalaya en una región rodeada de lagos (algo parecido a la idea del paraíso cristiano), los templos importantes de Angkor tratando de reproducir la situación geográfica se ven provistos y circundados de extensos fosos de agua. Además este sistema de suministro de agua desempeñaba un papel distinto al meramente simbólico. Tanto templos, fosos y represas como el resto de edificos y elementos arquitectónicos disfrutan de una excepcional carga de adoración a los dioses, habiendo sido construidos en honor de ellos.

El crecimiento de Angkor

La ciudad de Angkor tuvo muchísimos reyes a lo largo de toda su historia, los cuales construyeron la multitud de templos de los que se compone. Para evitar un extensísimo análisis de reyes y templos, solamente nombraremos a los reyes y templos más importantes de todos, en orden cronológico.

En el año 802, dos años después de la coronación en Roma del gran rey franco Carlomagno, en una ceremonia oficiada por un brahman hindú, Jayavarman fue nombrado monarca universal, un dios-rey, la sustancia de Shiva. El acto de Jayavarman en parte se diseñó para liberar a su pueblo, los khmeres, de la influencia invasora de Java, donde una dinastía budista había expulsado a sus vecinos hindúes. Jayavarman construyó en el Monte Kulen (a unos 40 Km al nordeste del actual complejo de Angkor) una serie de torres cuadradas de una sola celda, con techos altos y escalonados, que recordaban el celestial Monte Meru del hinduismo.

Jayavarman comenzó a descender a las tierras bajas y allí estableció una nueva ciudad capital conocida como Hariharalaya, la precedente de Angkor. Erigió en la planicie versiones más grandes de las pirámides escalonadas del templo-montaña del Monte Kulen. Aunque las pirámides se habían usado con anterioridad en Mesopotamia y Egipto, no tenían precedentes en la India.

A pesar de ser practicantes de la religión hindú, los camboyanos habían desarrollado una forma arquitectónica propia.

En el año 877 Indravarman I coronado rey, mandó construir el Bakong, "el templo que expulsa piedra", templo principal de la antigua Hariharalaya. Se trata de un gran templo montaña de cinco niveles, para cuya construcción empleó 100 veces más material que el que se había usado para cualquier templo anterior. De todos los templos de terrazas en niveles de la región de Angkor, el Bakong es quizás el templo que más estrictamente responde a la idea del monte Meru cósmico en 5 niveles, correspondientes de abajo a arriba al mundo de los Nagas, los Garudas, los Rakshasas, los Yakshas, y después al de los Maharajas de los 4 puntos cardinales con su corte.

Indravarman I creó la urbanística jmer, que tenía que ver con la concepción del mundo: la ciudad de planta cuadrada representa el mundo; las murallas que la rodean las montañas; los canales y fosos el océano; y en el centro el templo-montaña.

En el año 889 d.c. el rey Yasovarman I sucede a Indravarman I e inicia una extensa construcción de templos y otros edificios que durará cuatro siglos y cuya extensión abarca una zona del tamaño de la isla de Manhattan. El rey Yasovarman I, construyó la primera villa de Angkor y su primer trabajo fue el gran Baray occidental, un estanque artificial (hoy a medio nivel) de 7 kilómetros de largo por 1,8 kilómetros de ancho, un embalse para contener el agua, en el centro del cual se elevaría el santuario real, en forma de templo–montaña.


El santuario estaba dedicado a las divinidades hinduístas como Siva, Visnú o Brahma, y, cuando las influencias del budismo se hicieron sentir, el templo será consagrado al Buda-Rey, que representa el centro del mundo, el Monte Merú, en el que moran los dioses. Existieron otros barays orientales al este de medidas parecidas pero actualmente están completamente secos.

El templo más destacado que se construyó en este periodo fue el templo de Yasovarman: el "Phnom Bakheng" o "Monte del Ancestro Poderoso". EL "Bakheng" es uno de los más increibles templos del complejo de Angkor. En él se encuentran recogidas la creatividad de los escultores del mandala y un profundo y elaborado simbolismo cósmico. Los conocimientos en cosmología y astrología de los antiguos sabios hindúes queda inscrito en las piedras del "Bakheng". La torre principal del templo Bakheng representaría el eje del mundo y las 108 restantes las cuatro fases lunares, cada una con 27 días. Se trataría por tanto de "un calendario astronómico en piedra" construidos en honor a los 33 dioses del Monte Meru.

Entorno al año 1113 d.c bajo el reinado de Suryavarman II, se comienza a construir el templo Angkor Wat, su altar funerario. Este templo-montaña de 60m de altura requirió una enorme cantidad de piedra, tanta como la gran pirámide de Kefrén en Gizeh. Angkor Wat no estaba dedicado a Siva sino a Visnú, el dios de la sabiduría y el conocimiento. Y no es sólo el templo más grande del mundo, también es un recinto destinado a la observación astronómica, alineado con el templo de Prasat Kuk Bangro, a más de 5 kilómetros de distancia, con extrema precisión. Un misterioso santuario cósmico que resurgió del olvido 150 años atrás.

Ocupa una superficie de casi 2 Km2 , y su muro interior tiene 1.025 por 800 metros. Una amplia senda de losas flanqueada por una balaustrada de serpientes naga (la venenosa cobra indochina) conduce al primer recinto: un amplio pórtico elevado, abierto en sus cuatro lados. La cubierta abovedada descansa sobre una galería de pilares hacia el exterior. Unas galerías transversales comunican con el segundo nivel. En el interior de este recinto se eleva el santuario, escarpado e imponente. Son tres terrazas, cortadas por tres escaleras empinadas, que conducen al último piso, formado por una galería con ventanas, y cuatro torres con profundas molduras festoneadas. En el último patio, sobre una estructura en forma de cruz, a 40 metros sobre el patio y a 65 sobre la llanura, la torre central, semejante pero más grande que las cuatro de los ángulos. Es el lenguaje jmer en su plenitud. Una arquitectura lejana de los cánones occidentales realizada con materiales poco usuales: piedra, ladrillo, madera, arenisca. Una decoración exótica, única. "Frescos" esculpidos en las paredes, en los dinteles, en los pilares, en los basamentos. La historia del rey, de sus cortesanos, de sus pueblos y de sus guerras, los grandes ciclos religiosos del Ramayana, están contados en el interior del templo-montaña más grande del mundo.

Prácticamente todas las superficies de piedra de Angkor Wat (columnas, dinteles, techos) están talladas. Miles de relieves ilustran las escenas de la literatura hindú y de leyendas asociadas a la deidad Vishnu el Protector, a quien está dedicado el templo. Llamativas criaturas decoran las paredes: unicornios, grifos, dragones alados, águilas con colas de pavo real. Guerreros siguiendo a un líder montado en un elefante luchan contra adversarios tanto humanos como demoniacos.

Los enormes proyectos de edificios emprendidos por los reyes khmeres habían sumido a la población en la semi-esclavitud, deprimiendo la economía. Las conquistas militares de Suryavarman II habían extendido en exceso el imperio khmer. El reino se desintegraba poco a poco. La unión divina de dios y rey, en definitiva conducía a la ruina. Suryavarman murió en 1150, dejando su reino agotado, excesivamente expandido y débil.

En 1177 se produjó la invasión cham. Los Khemeres parecían impotentes para resistir al enemigo que devastaba el país. Sin embargo el nuevo rey, el budista Jayavarman II derrotó a los cham en tierra y en los lagos y canales de la planicie de Camboya. También se apoderó del territorio de sus agresores. Durante el reinado del rey guerrero Jayavarman II las fronteras del expansionista khmer se extendieron mucho más.

Jayavarman II, el rey budista fue el último de los grandes constructores de Angkor. A diferencia del hinduismo elitista de los reyes anteriores, el budismo que hacía tiempo que era popular entre las masas era una religión que en la que la gente participaba plenamente. La gran ciudad Angkor Thom, construida sobre la ciudad vieja fue la capital de Jayavarman II. Esta ciudad tenía una extensión de 9 kilómetros cuadrados y albergaba hasta un millón de habitanes, más que cualquier ciudad europea de la época. Este último gran monumento de Angkor no fue dedicado a las antiguas deidades hindúes, Vishnu o Shiva, quienes no habían sido capaces de defenderles de la invasión cham. El honor fue esta vez para Buda.

Está rodeada de una muralla cuadrangular de 3 kilómetros de lado y 8 metros de altura. Sus 5 puertas de entrada son monumentales, de 3,5 metros de ancho por 7 metros de alto y antiguamente cerradas con grandes puertas, y todas tienen un camino flanqueao por 54 devas (dioses) a la izquierda y 54 ashuras (demonios) a la derecha. Curioso dato si lo comparamos con Saint Seiya: 54+54=108....¿espectros?

El interior de esta gran ciudad estaba en su día densamente poblado pero nada se ha conservado hasta hoy porque casi todas las construcciones eran de madera y el paso del tiempo junto con la gran humedad de la zona han borrado todo. Sólo quedan las construcciones hechas de piedra, es decir, palacios y templos. Pero el más grande de todos y el que más nos interesa mencionar aquí, es el situado justamente en el centro de Angkor Thom: el templo Bayon.

El templo Bayon de Angkor Thom, se levanta sobre una terraza de piedra. Sus 54 torres que se parecen a las torretas en forma de brotes de loto de Angkor Wat se arraciman en torno al capitel central del monumento. Cada torre está tallada en sus cuatro caras apuntando a los cuatro puntos cardinales. Se cree que las cuatro caras representan al Bodhisattva, un ser que ha alcanzado el estado divino de Buda (la iluminación) pero que elige permanecer en la tierra para ayudar a otros a que encuentren su camino. Otra versión apunta más al simbolismo de que las caras representan al dios mirando a todos los puntos del antiguo reino en señal de dominio y protección del mismo.

Se trata del llamado templo montaña, y se comprende porqué observando sus formas y geometrías atrevidas que de lejos recuerdan enormemente un relieve montañoso. En Saint Seiya la idea ha sido retomada y tenemos la impresión que la torre de los espectros se parace a una montaña.

Varios templos-montaña fueron construidos entre 802 y 1432, durante esos 6 siglos durante los cuales el imperio Khmer era una potencia dominante del Sur asiático. El primer soberano en construir una montaña así fue Jayavarman II (reinado de 802 a 850). Ha instaurado una especie de culto del soberano divinizado, y era de religión Sivaista, estima que su poder era la esencia divina de Shiva, y visto que la estancia de Shiva fuera el monte místico Meru, Jayavarman decidió construir les primeros templos-montaña que representaran el monte Meru, centro del Universo.

El Bayon fue construido mucho más tarde, bajo el reinado del soberano Jayavarman VII. Está formado por más de 200 rostros que miran cada uno en una dirección diferente.

Data de los siglos XII i XIII, y fue construido en el contexto de la transición entre el hinduismo y el budismo : Jayavarman VII era un soberano particularmente cruel, una especie de tirano pero profundamente budista, lo que constituyó una ruptura total con el pasado ya que la mayoría de soberanos khmers precedentes eran hinduistas (con culto a Shiva o Vishnu según las épocas o los soberanos). Así Jayavarman VII honoró al budismo a través de las restauraciones y construcciones de templos, como el de Bayon. Los pisos superiores de las torres están consagrados a Buda. Encontramos asimismo numerosos bajorelieves representando, entre otros, batallas entre los Khmers y los Chams.

De hecho encontramos un total de 54 torres, que se corresponde a las 54 províncias khmers de la época. En cada torre está gravado 4 veces el rostro del gran soberano Jayavarman VII, cada una de las 4 caras mira hacia uno de los 4 puntos cardinales, así podía contemplar todo lo que sucediá en su imperio.

La gran torre central (la torre de los 108 masei de Saint Seiya) de planta circular de 25 metros de diámetro y 43 metros de altura, representa el centro del universo y tiene un pequeño santuario en su interior en el que en 1933, durante unas excavaciones en el corazón de la torre, fué encontrada a una profundidad de 14 metros un gran estatua de Buda de 3,60 metros de altura.

El Bayon tiene multitud de bajorelieves divididos en dos áreas; el área exterior con relieves de carácter social y el área interior con escenas mitológicas brahamánicas y budistas.

El esplendor de Angkor

Como hemos dicho antes, en la cumbre de su plenitud, Angkor tuvo una población de casi un millón de habitantes. En esa misma época (Edad Media), las principales ciudades europeas apenas superaban los veinte mil habitantes.

Del presunto esplendor de Angkor sólo ha llegado hasta nosotros una descripción. Se trata del relato del chino Tcheu Ta-kuan, que llegó allí en agosto de 1296 en una misión diplomática. Con un estilo chispeante narra anécdotas de la vida diaria y describe las costumbres de los habitantes de Angkor. Cuenta que todas las noches en una torre de oro el rey debía unirse a una serpiente de nueve cabezas que cobraba la apariencia de una mujer. En palacio, las damas “blancas como el jade” llevaban moño y el busto desnudo. En cambio, según su descripción, los habitantes eran “bastos, morenos y muy feos”. Los nobles paseaban en palanquines de oro e iban ataviados con ricas telas cuyos diseños indicaban su rango. Sus casas tenían techumbres de plomo y de tejas “mientras que el pueblo sólo utilizaba la paja”. La agricultura se practicaba en las riberas del gran lago Tonlé. En la estación seca, las aguas se retiraban del bosque inundado en torno al lago, los campesinos bajaban de los montes y cultivaban en esas tierras arroz de secano y arroz flotante.

Angkor, una fábrica de arroz

Angkor es, en efecto, el milagro de una alianza entre la tierra, el agua, los hombres y los dioses. Un magnífico ejemplo del proceso técnico-agrícola mediante el cual una civilización se dotó de un notable medio de producción de alimentos, sin el cual jamás hubiera sido posible la aparición de una cultura floreciente en el marco hostil de la selva virgen y de la jungla indochina. Angkor está constituida por decenas de templos y "ciudades satélites", así como por las instalaciones hidrológicas indispensables para la agricultura y para satisfacer las necesidades alimentarias de la población Khmer. Mediante grandes lagos artificiales se podía acumular el agua necesaria para regar arrozales capaz de alimentar 700.000 u 800.000 habitantes hacia el siglo XII.

Los habitantes de Angkor construyeron también un sistema hidráulico complejo que comprendía depósitos de agua gigantescos, un baray asociado a una red de canales, diques y zanjas de desagüe.

El ocaso de Angkor

¿Por qué desapareció de pronto, devorada por la selva, la deslumbrante civilización jmer que llegó a dominar, en sus momentos de máximo esplendor, lo que después fue Vietnam del Sur, Laos, gran parte de Tailandia y toda Camboya?

No había ciudad que rivalizara en riquezas a Angkor. Pero su gloria empezaba a parecerse ya a la de una gran capital que vive sólo de pasados esplendores. Y a la resignación budista de los ya envejecidos jmers vino a sumarse el creciente espíritu bélico de los thai, el pueblo que comenzaba a edificar la actual Tailandia sometiendo a sus vecinos. "Mil elefantes cargados de oro, joyas, mujeres, lujoso mobiliario, imágenes y piedras", de acuerdo con el testimonio de los vencedores, rubricó la destrucción de Angkor. A partir de entonces las ruinas pasaron a ser sitio de peregrinación para brahmanes y budistas que se dieron a visitar los restos de tanta gloria imperial. Hasta que gradualmente la selva volvió sobre sus derechos: Brahma, Visnú, Siva; hasta el dulce Gautama cayó también bajo la naturaleza victoriosa.

El final del reinado de Jayavarman II coincidió con el auge militar de los mongoles. Al mando del general Genghis Kan, los guerreros mongoles montados en sus resistentes caballos conquistaron China, y en 1259 el nieto del general, Kublai Kan comenzó a expandir sus fuerzas hacia el Sur. Ocuparon el norte del Vietnam y la tierra de Champa. Por otra parte el pueblo de "thai" emigraba desde el sur hacia la tierra que hoy lleva su nombre (Tailandia). Camboya se veía atrapada entre dos fuerzas y naciones agresivas. En última instancia el imperio Khmer caería bajo la fuerza de los thai.
Al caer Angkor, vencida y saqueada por los siameses en 1432, el rey y su corte abandonaron el sitio devastado. El bosque tomó posesión de las ruinas. Las construcciones de madera, los escritos en hojas de palmera y pieles raspadas desaparecieron, víctimas del clima húmedo y de los insectos. Con el tiempo la ciudad sagrada de Angkor sucumbiría a otro invasor, el implacable avance de la selva.

Otras interpretaciones, sin embargo, atribuyen la decadencia y fin de Angkor a causas internas: a los excesos de organización de una sociedad demasiado estructurada que llegó a quebrar las leyes de una ecología que la humanidad, por aquel entonces, no adivinaba. Del mismo modo a llegado a explicarse la no demasiado comprensible decadencia de Babilonia, de Roma o de las ciudades mayas: al agotamiento de los campos agrícolas circundantes.

Pero saben, ahora, los expertos agrícolas que, sobretodo en las zonas tropicales donde todo nace y muere mucho más rápidamente y los campos no acumulan materia orgánica de reserva, el monocultivo sostenido lleva al empobrecimiento de la tierra y a la intensificación de los ciclos de sequías e inundaciones.

Y las inundaciones del monzón bien pueden haber sido una de las causas de la decadencia de Angkor. Una vieja leyenda budista lo sugiere con bastante claridad. Según esta historia, uno de los orgullosos soberanos del imperio condenó a morir ahogado en el Tonlé Sap al hijo de un sacerdote que había ofendido a la familia real. El hecho produjo la irritación de una de las principales divinidades de Angkor: el dios-serpiente, el monstruo de siete cabezas cuya esfinge de piedra sigue vigilando las avenidas de la ciudad. Y el dios ordenó al lago que subiera sobre sus orillas destruyendo a la altiva capital. Año tras año, el Mekong, sigue inundando las fértiles llanuras que alguna vez alimentaron a la ciudad de Angkor.

Se barajan, también algunas hipótesis. Una gran rebelión de esclavos puede haber flanqueado las fronteras del imperio a los ambiciosos tailandeses, así como los campesinos endeudados abrieron a los bárbaros las puertas de Roma.

Son distintas causas que, por cierto, podrían haber actuado en forma combinada. Pero el hecho cierto es que hacia mediados del siglo XV, cuando Europa estaba saliendo de la Edad Media e iniciando la era de los Grandes Descubrimientos, el gran imperio camboyano no solo se extinguió sino que fue hasta físicamente cubierto por la selva, al punto que sus mismos descendientes tuvieron que esperar la llegada de los europeos para empezar a desvelar parte de su enigmático y glorioso pasado.

Angkor en la actualidad

Lejos de ser un simple sitio convertido en museo, Angkor alberga una vida religiosa y rural que transcurre dentro de los templos y en torno a éstos. En el interior de los santuarios en ruinas y de las pagodas budistas construidas en épocas más recientes, el humo del incienso se eleva ante las estatuas de los dioses antiguos y de Buda. En el umbral de un templo o sobre un montón de piedras, la mirada se posa sobre cigarrillos, hojas de betel enrolladas y velas depositadas por una mano anónima.

En el paisaje actual quedan otras huellas de la actividad humana. Tras la cortina vegetal que rodea a muchos de los templos se observa el cuadriculado de los arrozales cercanos. Los hombres del pasado habían surcado el suelo con redes de carreteras-diques que son señales de una gestión permanente del agua. Las huellas y vestigios de esas obras de gran envergadura configuran la llanura. El campesino camboyano, en busca de tierras altas, situadas más allá del límite máximo de la inundación en la estación lluviosa, encontró allí un terreno ideal para construir su casa. No siempre visibles desde los circuitos turísticos, unas veinte aldeas se adivinan tras los bosquecillos de palmas. Cuentan con unos 22.000 habitantes en un perímetro de 300 km2. Esta concentración humana en un sitio arqueológico se explica tanto por la configuración del terreno como por el incentivo económico que representan los templos.

La memoria de los habitantes de las aldeas no va más allá de dos o tres generaciones. Algunos fragmentos de antiguos relatos nos llegan verbalmente sin que sea posible distinguir a ciencia cierta lo real de lo imaginario, la verdad histórica de su interpretación. La construcción de los templos se sitúa en un tiempo mítico en el que existían personajes semidivinos y semihumanos. Para la población esos monumentos imponentes sólo pueden haber sido obra de divinidades o de seres venidos de otras tierras con conocimientos de arquitectura y de escultura que superan sus competencias actuales. Del pasado vivido y trasmitido oralmente, los campesinos evocan sobre todo las guerras, con las consiguientes incursiones y desplazamientos de poblaciones, contra los siameses y los cham, pueblo procedente de Champa, reino desaparecido que se hallaba en el centro del actual Viet Nam.

Hoy la ciudad hidráulica angkoriana ya no existe y los campesinos sólo cuentan con la lluvia para abastecer de agua a sus arrozales, que siguen siendo su principal recurso económico. La falta de riego y la mala calidad de las tierras sólo permiten una cosecha modesta al año (menos de una tonelada por hectárea). Para subsistir es indispensable recurrir a otras actividades (pesca, cultivo de hortalizas, fabricación y producción de azúcar de palma, venta de objetos de artesanía a los turistas), así como al trabajo asalariado en las obras de restauración. También se observa la aparición de oficios técnicos como reparadores de motos, radios y televisores, cargadores de baterías, etc...

Por consiguiente, Angkor genera trabajo para la población local. Con el reconocimiento del valor histórico y artístico de los templos por las misiones francesas de exploración, las piedras pudieron salir a la luz tras las primeras faenas de desbroce y restauración realizadas desde 1907 por la Conservación de Angkor (antigua sede de los arqueólogos franceses y actualmente lugar de depósito de las esculturas). Los pocos individuos que vivían en el lugar eran contratados como “coolies” para trabajar en las obras. A fines de los años sesenta, más de mil obreros participaban en las labores realizadas en el sitio.

Dado que la paz se consolida y el sitio se apronta a recibir una gran afluencia de turistas, los habitantes de Angkor deberán hacer frente a numerosos desafíos y conservar equilibrios muy frágiles. Los arrozales ganan terreno a la llanura cubierta de arbustos. Se han dictado decretos reales que velan por la protección del sitio de Angkor: limitan la extensión de las tierras de cultivo y la tala del bosque para obtener leña menuda. Las actividades secundarias tradicionales, como la fabricación de azúcar de palma y de carbón de madera, ya casi no se practican. La preservación de los templos (en particular del saqueo), la protección del medio ambiente, la demografía galopante y el desarrollo turístico son los cuatro principales factores que entran en juego en la conservación de Angkor.